La tradición de la medicina tibetana nos enseña que el mundo físico y el de nuestro cuerpo son, en gran medida, producto de nuestra percepción y de la concepción que ha adquirido de la realidad nuestra mente, dirigiendo nuestro cuerpo hacia la salud o la enfermedad.
La Medicina Tibetana nos aporta una visión más humana de la enfermedad y de la salud, así como nos hace entender que la vida es algo más que posesiones y apariencias, y que la salud es un derecho no un azar. La salud es señal de que tenemos una mente en armonía y unos hábitos correctos.
Este libro nos ofrece no sólo una pequeña visión histórica de la medicina tibetana, cómo nació, cómo se relacionó con otras culturas, como se ha practicado…, sino también, y de forma más exhaustiva, cual es su metodología así como sus conceptos básicos; lo que nos da una visión de su riqueza y de cuáles son las claves de su efectividad, que por una parte es sobre todo ser preventiva, y por otra no diagnosticar sin valorar toda la multiplicidad de aspectos humanos: la alimentación, el clima, la fisiología, la personalidad y lo espiritual, la familia que rodea al individuo, los amigos y los enemigos, … Y su manera de estudiarlo y expresarlo es la única posible para englobar lo material y lo espiritual, un método creativo y simbólico: los árboles del conocimiento.
Helen Flix
La Medicina Tibetana nos aporta una visión más humana de la enfermedad y de la salud, así como nos hace entender que la vida es algo más que posesiones y apariencias, y que la salud es un derecho no un azar. La salud es señal de que tenemos una mente en armonía y unos hábitos correctos.
Este libro nos ofrece no sólo una pequeña visión histórica de la medicina tibetana, cómo nació, cómo se relacionó con otras culturas, como se ha practicado…, sino también, y de forma más exhaustiva, cual es su metodología así como sus conceptos básicos; lo que nos da una visión de su riqueza y de cuáles son las claves de su efectividad, que por una parte es sobre todo ser preventiva, y por otra no diagnosticar sin valorar toda la multiplicidad de aspectos humanos: la alimentación, el clima, la fisiología, la personalidad y lo espiritual, la familia que rodea al individuo, los amigos y los enemigos, … Y su manera de estudiarlo y expresarlo es la única posible para englobar lo material y lo espiritual, un método creativo y simbólico: los árboles del conocimiento.
Helen Flix