Trenes en la niebla

A veces hay ausencias que parece que no sentimos, que parece que hemos sepultado pero que no se han ido: están ahí, latiendo en lo más profundo, agazapadas en silencio esperando a que un día un hecho fortuito las rescate de nuestras entrañas para hacérnoslas sentir de nuevo, con toda su carga de dolor y ruido.

A veces, esas ausencias personales, íntimas, exclusivas, nos traen de la mano, al volver, otras ausencias colectivas tiznadas por el estallido de la pena, umbrías por la marca del olvido, cercadas por cardos y rocas en un campo de trabajo en medio de ningún sitio.

Ésta es la fascinante historia de un hombre, Daniel, que perdió un hermano y halló un pasado que nunca debió haber existido y que la vergüenza de todo un país se encargó de borrar, un pasado que habla de presos políticos trabajando como esclavos en la sierra norte de Madrid, de viejos maestros abrumados por sus recuerdos, de una mujer empeñada en recuperar la memoria de un adolescente desaparecido sin más junto a una ruinosa y casi abandonada estación de trenes cubierta por la niebla. Una historia que, con magnífica prosa y una cuidada tarea de investigación y recreación histórica, Manuel Rico combina hábilmente con ficción y fantasía y nos ofrece movido por un único afán: que no nos dejemos caer en la tentación de olvidar.