Turín, muy bonita ciudad del Norte de Italia, parece desconocida, sin embargo posee mil y una bellezas que colmarán a cada visitante.
Es una ciudad grande, refinada y señorial a las fachadas centenarias. El centro, en gran parte peatonal, es un dédalo de riquezas y bellezas, donde las iglesias y los museos parecen querer competir.
Turín, es simbolizada también por la Catedral San Juan-Baptista, albergando el espléndido Santo Sudario del Cristo.
A veces, la ciudad le invita en su barrio antiguo, donde el soplo del tiempo le transporta muy lejos en sus soñados y en la serenidad. Es pacífica al igual del río Po que la cruza.
Los Turineses son de una inmensa amabilidad, la gastronomía piamontesa, una verdadera delicia, todo eso con las montañas nevadas al horizonte, no se necesita más para hacer un magnífico viaje.
Cada lugar tiene un alma y una historia para contar.
Buen viaje.
Es una ciudad grande, refinada y señorial a las fachadas centenarias. El centro, en gran parte peatonal, es un dédalo de riquezas y bellezas, donde las iglesias y los museos parecen querer competir.
Turín, es simbolizada también por la Catedral San Juan-Baptista, albergando el espléndido Santo Sudario del Cristo.
A veces, la ciudad le invita en su barrio antiguo, donde el soplo del tiempo le transporta muy lejos en sus soñados y en la serenidad. Es pacífica al igual del río Po que la cruza.
Los Turineses son de una inmensa amabilidad, la gastronomía piamontesa, una verdadera delicia, todo eso con las montañas nevadas al horizonte, no se necesita más para hacer un magnífico viaje.
Cada lugar tiene un alma y una historia para contar.
Buen viaje.