Las obras de remodelación de una vivienda, ubicada en una pequeña urbanización ligeramente aislada y de solo quince casas, ponen al descubierto un cadáver en el interior de una antigua fosa séptica, un cuerpo del que apenas quedan los huesos pues parece que fue diluido en algún ácido y cubierto con cal.
Sin tener todavía la identificación del cuerpo, los investigadores encargados del caso comienzan por interrogar a los vecinos; y a través de ellos van elaborando el perfil del anterior propietario, que se marchó sin despedirse y arruinado poco antes de que lo desahuciaran. Y ahí, más que respuestas aparecen preguntas: ¿Por qué motivo un profesor que vivía solo se arruinó hasta el punto de perder su casa? ¿Quien o quienes eran los sujetos que esporádicamente lo visitaban? ¿Por qué ese hombre apenas se relacionó con sus vecinos y se marchó sin despedirse pero todos lo calificaban de erudito y muy agradable?
Sin tener todavía la identificación del cuerpo, los investigadores encargados del caso comienzan por interrogar a los vecinos; y a través de ellos van elaborando el perfil del anterior propietario, que se marchó sin despedirse y arruinado poco antes de que lo desahuciaran. Y ahí, más que respuestas aparecen preguntas: ¿Por qué motivo un profesor que vivía solo se arruinó hasta el punto de perder su casa? ¿Quien o quienes eran los sujetos que esporádicamente lo visitaban? ¿Por qué ese hombre apenas se relacionó con sus vecinos y se marchó sin despedirse pero todos lo calificaban de erudito y muy agradable?