La bella Sandy Durmmond nos ofrece otra apasionante entrega de su vida de sumisa con la crudeza que le caracteriza. En “Un collar para Sandy” relata su ceremonia de collarización con apenas 18 años recién cumplidos, la entrega a su primer amo formal, el alemán Jürgen, y nos describe los primeros pasos en el mundo de la sumisión sexual. Con su lenguaje sencillo y directo, sin tapujos ni circunloquios para decir lo que desea expresar, Sandy se abre al lector en otro ejercicio de sinceridad brutal, de una sensualidad irrefrenable no apta para menores. Las descripciones de su actividad como “fucktoy”, sus primeros trabajos como prostituta y sus avances en “sexo extremo” envolverán al lector en un tórrido ambiente del que le resultará difícil desprenderse.
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