Un detective en la cocina

Todos tenemos un día malo en que cualquier cosa podría ocurrir. Curro, que es un cocinero que hace poco trabaja de eventual en un hospital destartalado, es un ejemplo de lo que le podría pasar a cualquiera de encontrarse con un ambiente tan hostil y misterioso como el que se describe en esta intensa y descarnada novela negra. Con una cronología horaria desde el mismo momento en que entra a trabajar, el protagonista nos irá describiendo el mundo de sus averiguaciones a tiempo real, mientras que, por otro lado, sus horas allí se irán complicando cada vez más hasta el fatal desenlace.

En una época en que la alienación del hombre moderno alcanza cotas que ni el mismísimo Hammett hubiera soñado y en la que la corrupción campa a sus anchas, no es extraño que la condición de detective pueda pasar a convertirse en una situación que nos pueda tocar a cualquiera en el momento más insospechado.

Trabajamos para gente que no conocemos, realizando tareas para resultados finales que ignoramos, en empresas que ocultan bajo sus fines miles de intenciones secundarias y no siempre correctas, mientras pasamos nuestro día a día junto a compañeros de los que nada sabemos. En este ambiente donde nadie sabe nada, toparte con la verdad puede convertirse en la más peligrosa de las aventuras.

De la novela que tenemos delante lo primero que llamará la atención al lector es su poco ortodoxo escenario y su inusual héroe.