Había una vez un Elefante de trapo que bajaba a darse un baño en el río.
Papá Elefante y Mamá Elefanta le dejaban caminar solo por cualquier lugar de la selva, porque todos los animales que vivían allí le conocían y querían.
Hasta el temible León, que limpiándose los dientes con un palillo, le saludó desde lo alto de su roca.
Este sitio es seguro
Usted está en un sitio seguro, habilitado para SSL. Todas nuestras fuentes son constantemente verificadas.