«¿Qué es la utopía? La utopía es algo que si avanzas un paso hacia ella, se aleja un paso. Y si avanzas diez pasos, se vuelve a alejar otros diez pasos. Entonces, ¿para qué sirven las utopías? Precisamente para eso; para nunca dejar de avanzar». (Eduardo Galeano, escritor, maestro de fútbol). La fórmula de la «deconstrucción» del fútbol es teórica, de mi propia cosecha, un ejercicio intelectual en la búsqueda de nuevas ideas futbolísticas, reconstruyéndolas sobre cimientos consolidados…
A Ferrán Adriá se le considera un artista de la cocina, desarrolló conceptos fundamentales en un mundo muy tradicional. Mediante la «deconstrucción» aislaba los diversos ingredientes de un plato determinado, lo reconstruía de manera inusual tanto en su aspecto externo como en las texturas de sus elementos, y los presentaba de manera distinta y creativa… Eso sí, sin variar sus sabores ni alterar la esencia de dichos platos… Sinceramente, creo que el fútbol puede concebirse de idéntica manera… El fútbol hay que entenderlo globalizado, en su contexto, y no se puede separar lo técnico, lo táctico, lo estratégico, lo físico o lo mental…
«No basta con decir que la "deconstrucción” no puede reducirse a una mera instrumentalidad metodológica, a un conjunto de reglas y de procedimientos transportables». (Jacques Derrida). El fútbol tiene herramientas, modos, maneras, estilos, y las partes son un componente del todo. El toque es una fórmula para jugar el partido, pero el fútbol tiene otros objetivos: Tocar para qué; tener el balón en función de qué objetivos; apoyar al compañero para facilitarle la posesión. Si no hay desmarques el toque es un entretenimiento insulso; si no se superan líneas y se crean superioridades el toque es fútbol de broma... «Para quienes creen, no es necesaria ninguna explicación; para quienes no creen ninguna explicación será suficiente». (The Amazing Dunninger, película con trucos de magia).
A Ferrán Adriá se le considera un artista de la cocina, desarrolló conceptos fundamentales en un mundo muy tradicional. Mediante la «deconstrucción» aislaba los diversos ingredientes de un plato determinado, lo reconstruía de manera inusual tanto en su aspecto externo como en las texturas de sus elementos, y los presentaba de manera distinta y creativa… Eso sí, sin variar sus sabores ni alterar la esencia de dichos platos… Sinceramente, creo que el fútbol puede concebirse de idéntica manera… El fútbol hay que entenderlo globalizado, en su contexto, y no se puede separar lo técnico, lo táctico, lo estratégico, lo físico o lo mental…
«No basta con decir que la "deconstrucción” no puede reducirse a una mera instrumentalidad metodológica, a un conjunto de reglas y de procedimientos transportables». (Jacques Derrida). El fútbol tiene herramientas, modos, maneras, estilos, y las partes son un componente del todo. El toque es una fórmula para jugar el partido, pero el fútbol tiene otros objetivos: Tocar para qué; tener el balón en función de qué objetivos; apoyar al compañero para facilitarle la posesión. Si no hay desmarques el toque es un entretenimiento insulso; si no se superan líneas y se crean superioridades el toque es fútbol de broma... «Para quienes creen, no es necesaria ninguna explicación; para quienes no creen ninguna explicación será suficiente». (The Amazing Dunninger, película con trucos de magia).