Esta es la historia de Elisa, Héctor, Stefan y Bea.
DESCRIPCIÓN DEL LIBRO:
Elisa Duarte abandona España con una maleta llena de sueños, dejando atrás una relación fallida y algunos malos recuerdos. Aterriza en Londres con una beca para trabajar en plena City y cumplir así su sueño de trabajar en una multinacional financiera. Bea, su mejor amiga, la acogerá a su llegada, y le abrirá las puertas del restaurante en el que trabaja: Emilia, el mejor restaurante español en Londres.
Pero lo que en principio pudo parecer solo un cambio de aires acaba siendo un huracán. Héctor y Stefan entrarán en la vida de Elisa para poner patas arriba todo su mundo y para recordarle que, pese a sus estrictos planes, la vida tiene su propio rumbo.
Un nudo tras otro es una historia romántica que nos habla de los errores, del sexo, la amistad, la traición, las inseguridades y las mentiras. Es una novela fresca y entretenida sobre las relaciones entre Elisa, Héctor, Stefan y Bea.
LO QUE OPINAN LOS LECTORES:
-«Londres, la City, un verano, Elisa que lo deja todo y se va a perseguir su sueño… y luego Stefan, y Héctor, y todos los nudos. Me ha encantado, me he reído, he llorado, me he enfadado, no he querido que acabase nunca ¡la leería mil veces más!»
-«No conocía a María Fornet hasta que me topé con su blog y encontré su primer capítulo, lo leí de un tirón y desde entonces no he podido parar de leerla.»
-«Un nudo tras otro no es solo un libro súper entretenido, sino que además está bien escrito. Combina una edición perfectamente cuidada con diálogos realistas y personajes con voces propias. ¡Esta autora va a dar mucho que hablar!»
-«Me ha parecido moderno, actual, diferente.»
Primera novela de María Fornet, a la que puedes seguir en www.mariafornet.com
En su página web María ofrece recursos para otros escritores y consejos de Psicología práctica y autoayuda. También bloguea semanalmente y comparte detalles sobre su vida en Londres.
LA AUTORA DICE:
«Un nudo tras otro es una oda a las grandes equivocaciones. Una especie de homenaje a los equivocadores crónicos que, como yo, una vez cometido el error siguen cavándose su propia tumba hasta que sienten el agua al cuello.»