La historia cuenta como Antonio; un joven maestro Andaluz de la comarca de Los Pedroches en la provincia de Córdoba totalmente apolítico y antibelicista, tras una serie de acontecimientos se ve abocado a enrolarse en el bando republicano convencido que la guerra, sería un pequeño “paseo” y que en pocos días, las aguas volverían a su cauce.
Nada más lejos de la realidad. Su odisea duraría más de diez años, guerreando y sufriendo el calvario del cautiverio, en los campos de refugiados franceses al término de la guerra civil, de donde él y su amigo inseparable Polonio (Poli) escaparían con la intención de volver a España y luchar contra el régimen del general Francisco Franco. Pero ante la imposibilidad de regresar a España se entregó a las autoridades francesas, siendo Integrado en el ejército francés al estallar la segunda guerra mundial. Fue hecho prisionero por los nazis y llevado a los campos de concentración de Dachau en Alemania, y poco después a Mauthausen en Austria, donde estaría cuatro largos años, sobreviviendo a todo tipo de vilezas y torturas, sobre todo, sobrevivió a la cruel prueba que resultaba ser para todo aquel que terminaba prisionero entre sus muros; su famosa cantera de granito con sus 186 peldaños de muerte, construida con la sangre de los republicanos españoles allí recluidos y donde fueron masacrados miles de ellos…
Nada más lejos de la realidad. Su odisea duraría más de diez años, guerreando y sufriendo el calvario del cautiverio, en los campos de refugiados franceses al término de la guerra civil, de donde él y su amigo inseparable Polonio (Poli) escaparían con la intención de volver a España y luchar contra el régimen del general Francisco Franco. Pero ante la imposibilidad de regresar a España se entregó a las autoridades francesas, siendo Integrado en el ejército francés al estallar la segunda guerra mundial. Fue hecho prisionero por los nazis y llevado a los campos de concentración de Dachau en Alemania, y poco después a Mauthausen en Austria, donde estaría cuatro largos años, sobreviviendo a todo tipo de vilezas y torturas, sobre todo, sobrevivió a la cruel prueba que resultaba ser para todo aquel que terminaba prisionero entre sus muros; su famosa cantera de granito con sus 186 peldaños de muerte, construida con la sangre de los republicanos españoles allí recluidos y donde fueron masacrados miles de ellos…
