Según las profecías de San Malaquías, Francisco I es el último Papa, aquél que lleva la divisa de Petrus Romanus. ¿Y después qué?
La primera edición de esta obra vio la luz en 1985. Hace treinta años. Y en aquellos días el autor predijo que el último Papa vendría del continente americano, sería hispanoparlante, se pondría al lado de los pobres, escogería un nombre sorprendente, empezaría a hablar claro sobre escándalos sexuales, crímenes inconfesables, suicidios, revelaciones sobre secretos del Vaticano, extraños movimientos financieros..., plantearía una verdadera revolución en la Iglesia, y...
El autor, en estos momentos, reza para que su última predicción no se cumpla. Porque la pregunta inmediata es: ¿Qué sucederá entonces?
«Un voto por la esperanza» arranca, justamente, cuando el cónclave se reúne para escoger al este último Papa.
El protagonista es un periodista bragado en los entresijos del Vaticano, pero ni siquiera imagina que su existencia está a punto de dar un giro de ciento ochenta grados que cambiará por completo todos sus planteamientos y que pondrá su propia vida en peligro.
Las profecías de San Malaquías vaticinan que el último Papa tendrá por divisa Petrus Romanus y que durante su pontificado tendrá lugar el juicio final.
Esta es una obra llena de misterio que atrapa al lector desde la primera página y no lo suelta hasta la última.
LA CRÍTICA HA DICHO:
Con una exquisita sutileza, el autor mezcla la realidad, la ficción y el misterio en esta novela. La trama es muy sugerente... Espías, atentados, investigaciones, amor, odio. Ingredientes necesarios para crear un suspense bien logrado... Merece la pena su lectura. (Clemente Barahona, EL NORTE DE CASTILLA)
El autor, con su buen oficio particular, se aventura en un futuro inmediato y nos presenta una historia aún no escrita. Los lectores viven con emoción la intensidad de unas páginas desde su inicio hasta el final. (L.J.G., Diari de Terrassa)
¿Qué dice el autor?
Esta obra es una crítica dura, muy dura, de las religiones en general. Muchos de los planteamientos que aquí se hacen, pueden extrapolarse a cualquier religión organizada y jerarquizada. Ya basta de perseguir el poder terrenal. Necesitamos, de una vez por todas, que las religiones retomen el papel que les corresponde y dejen a un lado toda la parafernalia absurda que sólo pretende dominar al ser humano.
La primera edición de esta obra vio la luz en 1985. Hace treinta años. Y en aquellos días el autor predijo que el último Papa vendría del continente americano, sería hispanoparlante, se pondría al lado de los pobres, escogería un nombre sorprendente, empezaría a hablar claro sobre escándalos sexuales, crímenes inconfesables, suicidios, revelaciones sobre secretos del Vaticano, extraños movimientos financieros..., plantearía una verdadera revolución en la Iglesia, y...
El autor, en estos momentos, reza para que su última predicción no se cumpla. Porque la pregunta inmediata es: ¿Qué sucederá entonces?
«Un voto por la esperanza» arranca, justamente, cuando el cónclave se reúne para escoger al este último Papa.
El protagonista es un periodista bragado en los entresijos del Vaticano, pero ni siquiera imagina que su existencia está a punto de dar un giro de ciento ochenta grados que cambiará por completo todos sus planteamientos y que pondrá su propia vida en peligro.
Las profecías de San Malaquías vaticinan que el último Papa tendrá por divisa Petrus Romanus y que durante su pontificado tendrá lugar el juicio final.
Esta es una obra llena de misterio que atrapa al lector desde la primera página y no lo suelta hasta la última.
LA CRÍTICA HA DICHO:
Con una exquisita sutileza, el autor mezcla la realidad, la ficción y el misterio en esta novela. La trama es muy sugerente... Espías, atentados, investigaciones, amor, odio. Ingredientes necesarios para crear un suspense bien logrado... Merece la pena su lectura. (Clemente Barahona, EL NORTE DE CASTILLA)
El autor, con su buen oficio particular, se aventura en un futuro inmediato y nos presenta una historia aún no escrita. Los lectores viven con emoción la intensidad de unas páginas desde su inicio hasta el final. (L.J.G., Diari de Terrassa)
¿Qué dice el autor?
Esta obra es una crítica dura, muy dura, de las religiones en general. Muchos de los planteamientos que aquí se hacen, pueden extrapolarse a cualquier religión organizada y jerarquizada. Ya basta de perseguir el poder terrenal. Necesitamos, de una vez por todas, que las religiones retomen el papel que les corresponde y dejen a un lado toda la parafernalia absurda que sólo pretende dominar al ser humano.