¿QUÉ ES UNA DÉCADA?
Hay diferentes formas de definir una década, simplemente se podrían decir que son diez años, o que son ciento veinte meses, los más exactos dirían que son 3652 días, considerando los años bisiestos, o 87,648 horas o bien 5,258,880 minutos o 315,532,800 segundos. Otros un poco más filosóficos podrían decir que una década es todo una vida, y tienen razón, si mi alter ego, el cuervo, hubiese nacido el mismo día que nació el pseudónimo hoy estaría en cuarto de la escuela, habría nacido, crecido, aprendido a gatear, a caminar, a comer, a sumar, a restar, multiplicar, dividir, leer, deletrear, se sabría los nombres de las cordilleras y de los ríos, habría pasado por toda una vida, corta, pero una vida.
Hoy voy a confesarme y tengo que decir que tengo más de una década de escribir, podría decir que 12 años, pero ¿Por qué poesía? Es una pregunta que a veces me hacen, y aunque la respuesta podría ser ¿Por qué no?, la realidad es otra, todo se lo debo a Cesar Vallejo y sus Heraldos Negros, “Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma... ¡Yo no sé!” Ese nivel de dolor, de odio, de resentimiento era por lo que pasaba mi alma, ese pobre espíritu intrascendente que se quemaba en mi interior y que gritaba por salir, que diferente a esos sonetos de Bécquer, sobre todo su rima XXIII “Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; por un beso... ¡Yo no sé qué te diera por un beso!” Cargado de belleza, de amor, de esperanza, qué diferente al mundo que yo estaba viviendo.
La opresión de mi alma gritaba, y gritaba fuerte, en mi oído, las voces, benditas malditas voces que me atormentan a veces, ¿Qué mejor forma de hacerlas callar que hacer que cualquiera las pueda escuchar? Fue así como logré la liberación no solo de mi alma, sino de todo mi ser, unas cuantas líneas cargadas de locura y de mi verdadera forma de sentirme, golpes tan fuertes de la vida.
La segunda confesión que tengo que hacer es que la década se cumplió el año anterior, mi pecado haberlo olvidado momentáneamente, sin embargo, que más da un año, en una vida que ya tiene definido su tiempo, la trascendencia del espíritu es lo que realmente cuenta, por lo que en caso de no lograrlo la desaparición de las palabras será la condena, dejando en evidencia que el segundero de todas formas estaba equivocado.
Ahora bien, ¿por qué una década de los versos del cuervo? ¿Qué ser es más oscuro que el cuervo? Puede que lo sea la muerte, pero entre ambos existe una gran dualidad, uno es considerado el mensajero del otro, ¿qué mejor forma de luchar contra el temor que enfrentarlo? ¿Qué mejor forma de luchar contra alguien que adorarlo? ¿Qué mejor forma de decirle a un ser que no existe pero que está presente todos los días que lo odias, que hacerlo tu amigo, el protagonista central de tus líneas?
Mi realidad, la locura, mi existencia algo que espero que trascienda, mi tortura, vivir en una realidad que cada día me muestra que el mundo es un gran error, mi limitación, no poder cambiarlo o tal vez, simplemente no haber encontrado el como, salvo estas líneas.
¿Por qué el cuervo? Porque es el mayor ejemplo de amor en medio de la oscuridad, porque en medio de tanta muerte logra recuperar su alma, la cual está completamente dañada.
¿Por qué estas líneas? Porque mi alma ocupaba ser liberada.
Hay diferentes formas de definir una década, simplemente se podrían decir que son diez años, o que son ciento veinte meses, los más exactos dirían que son 3652 días, considerando los años bisiestos, o 87,648 horas o bien 5,258,880 minutos o 315,532,800 segundos. Otros un poco más filosóficos podrían decir que una década es todo una vida, y tienen razón, si mi alter ego, el cuervo, hubiese nacido el mismo día que nació el pseudónimo hoy estaría en cuarto de la escuela, habría nacido, crecido, aprendido a gatear, a caminar, a comer, a sumar, a restar, multiplicar, dividir, leer, deletrear, se sabría los nombres de las cordilleras y de los ríos, habría pasado por toda una vida, corta, pero una vida.
Hoy voy a confesarme y tengo que decir que tengo más de una década de escribir, podría decir que 12 años, pero ¿Por qué poesía? Es una pregunta que a veces me hacen, y aunque la respuesta podría ser ¿Por qué no?, la realidad es otra, todo se lo debo a Cesar Vallejo y sus Heraldos Negros, “Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma... ¡Yo no sé!” Ese nivel de dolor, de odio, de resentimiento era por lo que pasaba mi alma, ese pobre espíritu intrascendente que se quemaba en mi interior y que gritaba por salir, que diferente a esos sonetos de Bécquer, sobre todo su rima XXIII “Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; por un beso... ¡Yo no sé qué te diera por un beso!” Cargado de belleza, de amor, de esperanza, qué diferente al mundo que yo estaba viviendo.
La opresión de mi alma gritaba, y gritaba fuerte, en mi oído, las voces, benditas malditas voces que me atormentan a veces, ¿Qué mejor forma de hacerlas callar que hacer que cualquiera las pueda escuchar? Fue así como logré la liberación no solo de mi alma, sino de todo mi ser, unas cuantas líneas cargadas de locura y de mi verdadera forma de sentirme, golpes tan fuertes de la vida.
La segunda confesión que tengo que hacer es que la década se cumplió el año anterior, mi pecado haberlo olvidado momentáneamente, sin embargo, que más da un año, en una vida que ya tiene definido su tiempo, la trascendencia del espíritu es lo que realmente cuenta, por lo que en caso de no lograrlo la desaparición de las palabras será la condena, dejando en evidencia que el segundero de todas formas estaba equivocado.
Ahora bien, ¿por qué una década de los versos del cuervo? ¿Qué ser es más oscuro que el cuervo? Puede que lo sea la muerte, pero entre ambos existe una gran dualidad, uno es considerado el mensajero del otro, ¿qué mejor forma de luchar contra el temor que enfrentarlo? ¿Qué mejor forma de luchar contra alguien que adorarlo? ¿Qué mejor forma de decirle a un ser que no existe pero que está presente todos los días que lo odias, que hacerlo tu amigo, el protagonista central de tus líneas?
Mi realidad, la locura, mi existencia algo que espero que trascienda, mi tortura, vivir en una realidad que cada día me muestra que el mundo es un gran error, mi limitación, no poder cambiarlo o tal vez, simplemente no haber encontrado el como, salvo estas líneas.
¿Por qué el cuervo? Porque es el mayor ejemplo de amor en medio de la oscuridad, porque en medio de tanta muerte logra recuperar su alma, la cual está completamente dañada.
¿Por qué estas líneas? Porque mi alma ocupaba ser liberada.