Decidida a encontrar marido, la señorita Eleanor, Ellie Bowman, asiste a un baile organizado por la duquesa de Greycliffe, a la que todos llaman con cariño «la duquesa del amor».
Sin embargo, no hace caso de ninguno de los caballeros a los que la anfitriona ha invitado
precisamente pensando en ella. En realidad, quien le interesa es su elegante hijo, Ned, lord
Edward, que ya hace tiempo le robó el corazón… y la hizo arder de deseo. Es Sir Reginald,
el gato ladrón de la duquesa, el que le ayuda a hacerse visible al atractivo viudo cuando deja
su culote rojo de seda entre los almohadones de la cama de Ned.
Después de cuatro años de luto, Ned no quiere encontrar una esposa. A primera vista, el baile de cumpleaños que su madre ha organizado en su honor no le aporta ninguna candidata interesante. Sin embargo, surge en él un sentimiento inesperado por alguien a quien ya conoce bien, Ellie, que de pronto invade sus sueños y que lo hace de la manera más escandalosa.
Sin embargo, no hace caso de ninguno de los caballeros a los que la anfitriona ha invitado
precisamente pensando en ella. En realidad, quien le interesa es su elegante hijo, Ned, lord
Edward, que ya hace tiempo le robó el corazón… y la hizo arder de deseo. Es Sir Reginald,
el gato ladrón de la duquesa, el que le ayuda a hacerse visible al atractivo viudo cuando deja
su culote rojo de seda entre los almohadones de la cama de Ned.
Después de cuatro años de luto, Ned no quiere encontrar una esposa. A primera vista, el baile de cumpleaños que su madre ha organizado en su honor no le aporta ninguna candidata interesante. Sin embargo, surge en él un sentimiento inesperado por alguien a quien ya conoce bien, Ellie, que de pronto invade sus sueños y que lo hace de la manera más escandalosa.