Amanece en este precioso pueblo abandonado, es una magnífica mañana de verano, el sol aparece en el horizonte y va iluminando cada uno de los espacios que le pertenecen: los llamativos edificios de adobe; la iglesia y su imponente torre de ladrillo; el frondoso bosque … . Recorriendo cada uno de esos emplazamientos nos damos cuenta de que la mayoría de ellos se encuentran en un deterioro inexplicable. La escena es muy triste, ya que parecen evocarse momentos del pasado, vividos por los vecinos del pueblo, justo en esos mismos lugares, ahora totalmente desamparados. Sí, una vez existió, pero ahora el silencio reinante resulta estremecedor, únicamente roto con los sonidos apagados de los nuevos colonizadores del lugar: águilas, palomas, algún gorrión … .
Este sitio es seguro
Usted está en un sitio seguro, habilitado para SSL. Todas nuestras fuentes son constantemente verificadas.