Viernes 22 de julio de 2011. 15: 25: 22. Una camioneta estacionada a la entrada de la oficina del primer ministro noruego estalla en un mar de llamas. La primera víctima fue el joven abogado Jon Vegard, pero se contarían setenta y siete en total. Tras haber hecho explotar esa bomba, Anders Behring Breivik se presentó en la isla de Utøya disfrazado de policía y armado, listo para matar a los jóvenes que asistían al campamento del Partido Laborista noruego. Nadie podía imaginar que el autor de la peor masacre perpetrada en Noruega desde la Segunda Guerra Mundial no fuera un fundamentalista islámico sino uno de ellos, un hombre que decidió desentenderse de la comunidad y golpearla de la manera más brutal posible.
Estas páginas dan cuenta del Breivik grafitero, del militante del Partido del Progreso, del empresario obsesionado con enriquecerse, del adicto a los juegos de computadora, del seguidor de blogs antiyihadistas, y nos llevan hasta la planificación de los ataques, la fabricación de la bomba y la jornada asesina. Brindan también una mirada casi íntima de los jóvenes comprometidos con ideales de justicia, a los que mató a sangre fría. Este relato pormenorizado de la vida y la mente del extremista de ultraderecha en su guerra contra la diversidad cultural, el feminismo y la inmigración, es también un retrato cálido de sus jóvenes víctimas y sus abatidos padres.