Nadie podía presagiar que algo así ocurriría en la Tierra. Ni los expertos en medicina, ni las películas de Hollywood, ni siquiera los profetas de las múltiples religiones que se habían dedicado a ahondar en las diferentes capas del alma humana, pudieron anticiparse a aquel desarrollo de los acontecimientos.
El final de la humanidad llegó de golpe y el protagonista del acontecimiento no fue un meteorito, la destrucción de la capa de ozono o el derretimiento de los casquetes polares. El punto final para la humanidad vino de la propia evolución de su raza; una evolución que había tomado dos caminos bien distintos y para los cuales no existía un origen claro.
Los pocos humanos, que aún se califican a sí mismos como tales, resisten en pequeñas colonias de características muy dispares. Muchas de ellas se fundaron como comunidades surgidas de la necesidad y de la suerte, aunque también están aquellas que fueron orquestadas por poderes que operaban desde las sombras.
No es fácil describir cómo ha quedado constituido el mundo en esta nueva era, aunque supongo que la historia de la humanidad siempre ha sido difícil de narrar desde sus orígenes; por consiguiente, el final no puede ser de otra manera…
El final de la humanidad llegó de golpe y el protagonista del acontecimiento no fue un meteorito, la destrucción de la capa de ozono o el derretimiento de los casquetes polares. El punto final para la humanidad vino de la propia evolución de su raza; una evolución que había tomado dos caminos bien distintos y para los cuales no existía un origen claro.
Los pocos humanos, que aún se califican a sí mismos como tales, resisten en pequeñas colonias de características muy dispares. Muchas de ellas se fundaron como comunidades surgidas de la necesidad y de la suerte, aunque también están aquellas que fueron orquestadas por poderes que operaban desde las sombras.
No es fácil describir cómo ha quedado constituido el mundo en esta nueva era, aunque supongo que la historia de la humanidad siempre ha sido difícil de narrar desde sus orígenes; por consiguiente, el final no puede ser de otra manera…