Viaje a las Islas Afortunadas de Jules Leclercq fue impreso en París en 1880, y galardonado por la Academia Francesa con el Premio Furtado. El éxito que acompañó a su publicación lo revela su reimpresión en 1898. Este viajero profesional e incansable, que recorrió los cuatro continentes por el mero placer del viajar, desembarcó en Santa Cruz de Tenerife el 17 de Julio de 1879, atraído por la presencia de una población distinta, repleta de reminiscencias aborígenes, deseoso de captar escenarios exóticos y los ojos siempre abiertos ante lo pintoresco y singular.
Jules Leclercq hace alarde de un espíritu de observación sorprendente retratando a personajes y tipos populares curiosísimos, se extasía con la indagación y análisis de usos y costumbres con penetrante sentido crítico, y detiene su atención en los temas etnográficos: calles, casas, fiestas populares, actividades y oficios, indumentaria, alimentación etc. Uno de los capítulos más apasionantes del libro es la ascensión al Teide; la descripción del panorama que contempla desde el Pico produce auténtica emoción. El doctor Rumeu de Armas considera que Leclercq es para Canarias <>
Jules Leclercq hace alarde de un espíritu de observación sorprendente retratando a personajes y tipos populares curiosísimos, se extasía con la indagación y análisis de usos y costumbres con penetrante sentido crítico, y detiene su atención en los temas etnográficos: calles, casas, fiestas populares, actividades y oficios, indumentaria, alimentación etc. Uno de los capítulos más apasionantes del libro es la ascensión al Teide; la descripción del panorama que contempla desde el Pico produce auténtica emoción. El doctor Rumeu de Armas considera que Leclercq es para Canarias <