Los viajes descritos en este libro fueron para mí muy agradables y afortunados, pues aunque rudos en un principio, tuve la mejor suerte al fin. Pero todos viajamos por lo que Juan Bunyan llama el desierto de este mundo; además, todos viajamos en jumento: y lo mejor que podemos encontrar en nuestros viajes es un leal amigo. Afortunado viajero es el que encuentra muchos. Verdaderamente viajamos para encontrarlos. Ellos son el fin y recompensa de la vida. Ellos nos mantienen dignos de nosotros mismas; y cuando nos vemos solos, estamos, sin embargo, más cerca del ausente. Todo libro es en íntimo sentido una carta circular dirigida a los amigos de quien lo escribe. Sólo ellos comprenden su sentido encuentran, en sus páginas mensajes privados, seguridades de amor y expresiones de gratitud.
Este sitio es seguro
Usted está en un sitio seguro, habilitado para SSL. Todas nuestras fuentes son constantemente verificadas.