"Veo, como ahora, esa casa antigua, ya justo de la nobleza, de la estepa. De una planta, con un mezzanine inmenso, construida a principios de la actual centuria, con unos troncos de pino asombrosamente gruesos, -tales troncos se traían entonces de los pinares zhisdrianos, ¡ésos ahora ni en el recuerdo los hay!-, era muy extensa y contenía una multitud de habitaciones, es verdad, bastante bajas y oscuras; las ventanas en las paredes estaban taladas pequeñas, en aras de la calidez. Como es habitual los servicios, las isbás domésticas rodeaban la casa señorial por todos los costados, y se adjuntaba a ésta un jardín pequeño, pero con unos buenos árboles frutales, atestados de manzanas y peras sin semillas"...
Iván Turguéniev
Iván Turguéniev