Maddison James es una aplicada y solitaria estudiante con un padre demasiado ocupado en sus investigaciones médicas. Su vida es tranquila y plácida. Hasta que extraños accidentes que podrían haberle costado la vida, llevan a su padre a contratar a una agencia de seguridad para que la proteja.
La agencia elegida es Wind & Stone. Sus dueños, tres hermanos que durante muchos años han sido agentes del FBI, parecen ser la mejor opción para proteger a su hija, durante los próximos veinte días. Tiempo en que sus laboratorios serán los dueños de una patente que ayudará a salvar muchas vidas y la razón por la que ella se encuentra en peligro.
Bradford, Troy y Dalton Windstone jamás fallan en sus casos lo que ha convertido a su agencia en la más conocida y reputada de Chicago. Poseen extrañas habilidades sobrenaturales: un poder hipnótico y la capacidad de hacer ver o creer lo que ellos quieran todo unido a un poderoso instinto que les advierte siempre del peligro.
Cuando Bradford Windstone acepta ocuparse de la seguridad de Maddison James jamás imaginó que lo impensado podría ocurrir. Ella es inmune a cualquier tipo de sugestión y por primera vez en sus vida, alguien no hace lo que Brad o sus hermanos quieren.
Solo Maddie sabe que hay algo a lo que no es inmune: a su magnífico cuerpo.
La agencia elegida es Wind & Stone. Sus dueños, tres hermanos que durante muchos años han sido agentes del FBI, parecen ser la mejor opción para proteger a su hija, durante los próximos veinte días. Tiempo en que sus laboratorios serán los dueños de una patente que ayudará a salvar muchas vidas y la razón por la que ella se encuentra en peligro.
Bradford, Troy y Dalton Windstone jamás fallan en sus casos lo que ha convertido a su agencia en la más conocida y reputada de Chicago. Poseen extrañas habilidades sobrenaturales: un poder hipnótico y la capacidad de hacer ver o creer lo que ellos quieran todo unido a un poderoso instinto que les advierte siempre del peligro.
Cuando Bradford Windstone acepta ocuparse de la seguridad de Maddison James jamás imaginó que lo impensado podría ocurrir. Ella es inmune a cualquier tipo de sugestión y por primera vez en sus vida, alguien no hace lo que Brad o sus hermanos quieren.
Solo Maddie sabe que hay algo a lo que no es inmune: a su magnífico cuerpo.