La guerra de España es la única ocasión histórica en que nuestro país ha desempeñado un papel protagonista en la historia del siglo XX. Existen muchas interpretaciones posibles, sin embargo la más común es la que prodiga la inevitabilidad del conflicto. Este tipo de interpretación tiene un obvio inconveniente: que nace de considerar la totalidad de la historia contemporánea española como un camino inevitable hacia la guerra entre dos sectores de la sociedad enfrentados a muerte. Sin embargo, hasta el último momento la guerra civil pudo haber sido evitada.
En cierto sentido la guerra civil no concluyó hasta 1977, y desde 1939 todos los rasgos de la vida española estuvieron marcados por la impronta bélica. Claro está que también con el curso del tiempo se superó esa situación, pero, a fin de cuentas, se seguía viviendo en la órbita histórica de aquel decisivo acontecimiento. La actitud del historiador sobre una cuestión como la guerra civil española necesariamente ha de ser humilde. Como se ha dicho acerca de la Revolución Francesa, nunca podrá escribirse una historia definitiva de la guerra civil española por la sencilla razón de que afectó demasiado gravemente a un número demasiado grande de personas. Aun así, en este ensayo se pretende indagar sobre las diferentes implicaciones desde una perspectiva respetuosa y lo más objetiva posible.
Javier Tusell catedrático de Historia Contemporánea desde 1975, desempeñando su puesto docente en la UNED, como director del Departamento de esta titulación, después de haber sido profesor en las Universidades Complutense, Autónoma de Barcelona y de Valencia, así como subdirector de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma. Tuvo, entre otros cargos de la vida pública, los de director General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas en el periodo 1975-1982 contribuyendo a la recuperación para España del Guernica de Picasso. También fue concejal del Ayuntamiento de Madrid y miembro del Consejo de Universidades por elección del Senado. Fue nombrado Patrono, en representación del Estado, de la Fundación Museo Thyssen Bornemisza. Fue miembro del Consejo editorial de Diario 16 y El Mundo y en fue columnista de El País y miembro del Consejo de Redacción de Historia 16, entre otras muchas ocupaciones.
En cierto sentido la guerra civil no concluyó hasta 1977, y desde 1939 todos los rasgos de la vida española estuvieron marcados por la impronta bélica. Claro está que también con el curso del tiempo se superó esa situación, pero, a fin de cuentas, se seguía viviendo en la órbita histórica de aquel decisivo acontecimiento. La actitud del historiador sobre una cuestión como la guerra civil española necesariamente ha de ser humilde. Como se ha dicho acerca de la Revolución Francesa, nunca podrá escribirse una historia definitiva de la guerra civil española por la sencilla razón de que afectó demasiado gravemente a un número demasiado grande de personas. Aun así, en este ensayo se pretende indagar sobre las diferentes implicaciones desde una perspectiva respetuosa y lo más objetiva posible.
Javier Tusell catedrático de Historia Contemporánea desde 1975, desempeñando su puesto docente en la UNED, como director del Departamento de esta titulación, después de haber sido profesor en las Universidades Complutense, Autónoma de Barcelona y de Valencia, así como subdirector de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma. Tuvo, entre otros cargos de la vida pública, los de director General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas en el periodo 1975-1982 contribuyendo a la recuperación para España del Guernica de Picasso. También fue concejal del Ayuntamiento de Madrid y miembro del Consejo de Universidades por elección del Senado. Fue nombrado Patrono, en representación del Estado, de la Fundación Museo Thyssen Bornemisza. Fue miembro del Consejo editorial de Diario 16 y El Mundo y en fue columnista de El País y miembro del Consejo de Redacción de Historia 16, entre otras muchas ocupaciones.