Cinco personajes muestran la cara oculta detrás del disfraz de jugador feliz: un empresario fracasado, un opositor radical en un país polarizado, un joven con una vida desordenada, un ingeniero que se olvida de vivir por ser «el mejor» y una mujer que pierde a su familia en un accidente. Problemas existenciales distintos, pero con algo común: el juego de azar estuvo presente en el manejo de sus estados de ansiedad, agravándoles su situación general.
Estas historias son referencias de crisis y luchas internas, porque detrás de cada jugador compulsivo hay un tormento. El problema es un tumor con metástasis: el tormento y la adicción. La vida de jugador activo es la alarma del desequilibrio, hay que desactivarla. Pero si únicamente se ve la adicción, se está viendo sólo la punta del Iceberg. La fórmula para resolver el problema es abstinencia, revisión y cambio.
Si Ud. no se identifica con el juego compulsivo revise si es un trabajador obsesivo, un alcohólico, un acumulador o un comprador compulsivo porque en ese caso tiene el mismo tumor y lo que varía es el órgano donde se fijó la metástasis. Si ese es el caso, los mensajes de este libro también le pueden servir.
Estas historias son referencias de crisis y luchas internas, porque detrás de cada jugador compulsivo hay un tormento. El problema es un tumor con metástasis: el tormento y la adicción. La vida de jugador activo es la alarma del desequilibrio, hay que desactivarla. Pero si únicamente se ve la adicción, se está viendo sólo la punta del Iceberg. La fórmula para resolver el problema es abstinencia, revisión y cambio.
Si Ud. no se identifica con el juego compulsivo revise si es un trabajador obsesivo, un alcohólico, un acumulador o un comprador compulsivo porque en ese caso tiene el mismo tumor y lo que varía es el órgano donde se fijó la metástasis. Si ese es el caso, los mensajes de este libro también le pueden servir.
